Primero Shawn James y un violín, y luego con los Shapeshifters. Un espectáculo de limpieza musical que acabó transformándose en crudeza, óxido y melenas saltando.
Primero Shawn James y un violín, y luego con los Shapeshifters. Un espectáculo de limpieza musical que acabó transformándose en crudeza, óxido y melenas saltando.